La madera de haya es muy pesada y dura, por lo que sus propiedades de manejo la convierten en el material ideal. Antes del descubrimiento de las aplicaciones del hierro fundido, la haya era una madera importante para la construcción de ferrocarriles.
Las castañas son generalmente de color ligeramente amarillo, pero con el tiempo se vuelven ligeramente rojas y oscuras. Es una de las especies más propensas a la humedad, ya que muere si no se trata de manera especial. Además, los robles son muy sensibles al ataque de termitas y hongos, que pueden destruirlos. Entonces, lógicamente, la haya es para carpintería, no para construcción exterior.
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Características de los suelos de haya
El marrón es generalmente ligeramente amarillo, pero con el tiempo se vuelve ligeramente rojo y oscuro. Es uno de los más sensibles a la humedad ya que es propenso a estropearse si no se trata. Además, los árboles de haya son muy susceptibles a las termitas y hongos e intentan destruirlos mediante ataques. Entonces, lógicamente, la haya es para carpintería, no para construcción exterior.
Aplicaciones de la madera de haya
Tradicionalmente, la madera de haya se ha utilizado en la fabricación de herramientas y útiles de torneado. Dado que se puede doblar sin romperse, se utiliza en la fabricación de piezas circulares como aros y arcos, así como diversos tipos de materiales internos.
Hoy en día, la dureza de la haya se considera más alta que la dureza del roble y las partículas de la superficie son uniformes. Una vez pulida, su pequeña veta permite una superficie lisa y es apta para muebles y decoración, por lo que el uso principal de la madera de haya es para muebles.
Material apto para pintar y pulir, el acabado permite la formación de pisos (madera), puertas, muebles, contrachapados y electrodomésticos. Su alta calidad eleva el precio de la madera de haya, pero los resultados son ciertamente óptimos.